Hasta el final de
su vida DeBakey se ocupó de la educación científica y humana de sus
alumnos. Mientras todavía era estudiante de medicina, en 1932 inventó una
bombita que se convirtió en un componente fundamental
de los respiradores artificiales, y marcó el comienzo de la era de la cirugía a
corazón abierto.
Sus palabras, habladas coloquialmente, expresan perlas
de sabiduría ciertamente aprendida a lo largo de su vida. Lo que podría
iluminar a los que tienen el deseo de aprender nuevas formas de vivir y relacionarsi.
Dado que la proximidad de Navidad
y del nuevo año significa, para algunos, un momento de apertura a la reflexión – y todavía al deseo de cambiar para mejor – simplemente reproduzco sus palabras. Puedem ser utiles para los jovenes, medianos e todavia para aquellos, como yo, que tienen más de ochenta años.
Ese mismo texto lo publicamos en portugués y italiano.
Ese mismo texto lo publicamos en portugués y italiano.
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HAY QUE MORIR
VIVIENDO
“Yo siempre dije que el ser humano debe trabajar hasta
que se muere. Es muy importante. ¿Cual es la diferencia? Tienes che trabajar la
intensidad. Tienes che bajar la intensidad”.
A los 98 años sin embargo iba al hospital todos los días
para ver sus alumnos que estaban operando con el corazón abierto. Pero lo que
más le gustaba era ir al día siguiente a los intermedios, y hablar con los
pacientes.
– “Oye, estuve em tu operación” – esto para ellos era muy importante.
– “Oye, estuve em tu operación” – esto para ellos era muy importante.
– “Me da mucho gusto, vas muy bien” – les decía.
Y los pacientes comentaron:
– Oye, el Dr. Michael DeBakey… ¿Cómo es posible que
siga yendo al hospital?
Alguien dijo: – “Es que él no se va a poder morir,
porque la gente lo necesita”.
DeBakey decia:
– Fíjate: en la vida es interesante tener claro esto: “es qué yo tengo que estar
siempre viendo cómo le soy útil a los demás”.
"Yo digo que la gente que empieza con la depresión, o a veces aceleran su muerte,
sienten que los han excluido. Nosotros mismos nos auto derrotamos. Pero
siempre hay que buscar cómo seguir haciendo lo que nos apasiona.
Repito: ayudar a la sociedad civil, ayudar a desarrollar mejor tu profesión, ayudar a desarrollar lo que más te gustas. A lo mejor, ya no vas a estar en sete empresas de consejero, ahora vas a estar en dos… Pues, sigue así. A lo mejor sigue como yo - a 98 años, sigo con una empresa. Hay que bajar la intensidad, pero haciendo lo que nos apasiona.
Repito: ayudar a la sociedad civil, ayudar a desarrollar mejor tu profesión, ayudar a desarrollar lo que más te gustas. A lo mejor, ya no vas a estar en sete empresas de consejero, ahora vas a estar en dos… Pues, sigue así. A lo mejor sigue como yo - a 98 años, sigo con una empresa. Hay que bajar la intensidad, pero haciendo lo que nos apasiona.
Yo creo que muchos seres humanos… a veces digo que se
muren a los 60 e los enterramos a los 80. Porque se excluyen solos. Y no hay
que ser parte de esta estadística.
Hay que morir viviendo. No vivir muriendo.
Pues, hay gente que vive muriendo.
Hay que morir viviendo. No vivir muriendo.
Pues, hay gente que vive muriendo.
A todos Dios nos regaló la vida para criar valor. Se
haces lo que te gusta y lo sigues, y creas valor de lo que te gusta y lo sigues
haciendo, hasta que te mueras. Nada más…
Se les acaba todo con la muerte. Y no serán como alguien que generó huella al servicio de los demás.
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* Texto copiado del vídeo que recibí. Perdón por errores de escritura en español.
Créditos de imagens:
1. Dr. Michael Ellis DeBakey - www.pt.wikipedia.org.jpg
2. Reproducción de tela de Roberto Ploeg - www.robertoploeg.blogspot.com
1. Dr. Michael Ellis DeBakey - www.pt.wikipedia.org.jpg
2. Reproducción de tela de Roberto Ploeg - www.robertoploeg.blogspot.com
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